El programa de esta asignatura tiene una doble finalidad. En primer lugar, se aborda la pertenencia de estudiar la alimentación desde una perspectiva antropológica. Las dimensiones física, psicológica y social del hecho alimentario aparecen estrechamente vinculadas y recíprocamente implicadas. Si bien la vertiente biológica es en parte producto de la naturaleza y está condicionada por sus exigencias, las funciones simbólicas y materiales atribuidas a la comida están dotadas de pensamiento y razón, siendo capaces de trascender los apremios naturales, particularmente cuando los seres humanos interactúan dentro de sistemas organizados. Aceptar esta premisa no supone adoptar una concepción dualista entre lo innato y adquirido, la fisiología o el imaginario o entre lo material y / o cultural, sino todo lo contrario, apostar por una concepción relacional del hecho alimentario. En segundo lugar, se revisa críticamente los estudios socio-antropológicos que han abordado las relaciones entre alimentación, salud y cultura, tratando de explicar las lógicas de las preferencias y las aversiones, los tabúes o de las prescripciones. La alimentación es fundamental no sólo para entender determinados procesos relacionados con la salud, la enfermedad y la atención, sino por la antropología médica en sí misma, pues permite el análisis de las relaciones entre los actores sociales, las instituciones y sus estructuras y las relaciones de poder. En esta asignatura se debate sobre los límites que suponen las aproximaciones disciplinarias más reduccionistas y las posibilidades que proporciona la aplicación de una mirada holística, comparativa y diacrónica. |